El edificio será inaugurado el jueves, al evento asistirán los donantes, beneficiarios y autoridades.
La primera meta de la Asociación Proniño Quemado de El Salvador (Aproquemes) y de los cirujanos plásticos del Hospital Bloom se ha cumplido. La construcción de la Unidad de Quemados, la única en el país, ha terminado. El edificio de dos plantas está ubicado atrás de la sala de Emergencias del Bloom.
Con la nueva infraestructura, los médicos podrán ofrecer una mejor atención a los pacientes y una recuperación más rápida. El Servicio de Cirugía Plástica no cuenta con las condiciones necesarias para tratar a los infantes.
La mayor ventaja es que los niños estarán aislados, cada uno en su cuarto, con ello se evitarán infecciones por bacterias. Margarita Saravia, jefe del Servicio de Cirugía Plástica, explicó que los pacientes estarán en un área estéril.
Los padres de familia tendrán que bañarse para ingresar, usar ropa de quirófano, mascarilla y gorros.
El edificio tiene Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), quirófanos, sala de recuperación, pequeña cirugía, máxima urgencia, diez habitaciones, hidroterapia, baño terapia y un área destinada para la confección de trajes de presión.
La construcción de la unidad tuvo un costo de $1.5 millones, se realizó gracias a la donación de la Fundación Benjamín Bloom y del estadounidense Dan Meehan, quien conoció de primera mano el sufrimiento de los niños víctimas de quemaduras. "Como la piel está quemada, el niño está expuesto a hongos y bacterias, el gran beneficio de la unidad es que van a estar más estéril. Actualmente se manejan con los antibióticos más caros que existen", comentó la especialista.
Manuel Bonilla, cirujano plástico y presidente de Aproquemes, expresó que actualmente las camas de los infantes están a metro y medio una de otra, el área de curación está a tres metros por lo que el resto de infantes escuchan los llantos de los pacientes, no disponen de un quirófano propio y esas condiciones afectan el tratamiento. Añadió que el edificio es el primer paso, la próxima meta es tener un banco de tejidos y un laboratorio de piel.
"Aunque tengamos una de las mejores unidades, siempre vamos atener que cubrir al quemado con piel. La única manera de salvarle la vida a un paciente grave será con piel de cadáver y con la de ellos que deberá ser cultivada a nivel de laboratorio; mientras no tengamos eso nos vamos a ver complicados", manifestó Bonilla.
El presidente de Aproquemes declaró que seguirán trabajando para poder hacer este sueño realidad.
La otra deuda es la prevención. Bonilla expresó que ya tienen cerca del 50 por ciento del equipo, el indispensable para poder iniciar, en ello se ha invertido unos $235 mil dólares, se requerirá de apoyo de otras entidades para completarlo.
La otra parte es la contratación de personal para atender la unidad y para los servicios que la apoyarán como laboratorio clínico, rayos X, esterilización, entre otros y para la compra de insumos.
De acuerdo con el análisis que se ha hecho, el funcionamiento de la unidad de quemados requiere anualmente de un poco más de un millón de dólares, fondos que deben ser asumidos por el Ministerio de Salud. Las pláticas para ello ya iniciaron.
"El funcionamiento del edificio no solo depende de una bonita edificación y excelentes equipos, también del personal", agregó el cirujano plástico.
La estructura será inaugurada el jueves, pero aún se está pendiente de que la Oficina de Planificación del Área Metropolitana de San Salvador dé la aprobación de la estructura.
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